Pulsómetros
Uno de los factores que debemos tener en cuenta cuando practicamos algún deporte, en especial de resistencia, como running o ciclismo, es nuestro pulso, si nos estamos tomando la actividad deportiva con seriedad controlar y estar informados de cuál es nuestro pulso nos ayudará a mejorar y, también, a evitar algún susto debido a sobreesfuerzos. Para ello deberemos contar con un pulsómetro.
Así pues, para aquellos que no sepan lo que es un pulsómetro, podrán deducir que se trata de un aparato que nos permite conocer nuestra frecuencia cardiaca en ese mismo momento, este aparato consta de dos partes, una es el “visor” o el elemento que nos muestra la información y que por norma general tiene forma de reloj, por lo que esta parte la llevaremos en la muñeca, y la otra es una banda elástica provista de electrodos que nos la colocaremos en el pecho, esta es la parte que mide nuestro pulso y que manda los datos que recoge al reloj que llevamos en la muñeca.
Pulsómetro se trata de un instrumento con forma de reloj digital y de una cinta elástica que se coloca en el pecho, a la altura del corazón, esta cinta es la que posee el sensor que permite detectar y contabilizar las pulsaciones que tenemos en ese momento, transmitiendo los resultados al reloj para que podamos verlos, de forma prácticamente instantánea, así como las calorías consumidas y el umbral en el que nos encontramos.
También existen pulsómetros en los que no es necesario llevar la banda pectoral ya que el propio reloj lleva incorporado un sensor óptico para medir el pulso, de manera que este sensor emite unos haces de luz que le permiten medir las oscilaciones de volumen de sangre que se están produciendo en nuestras venas y de esta manera obtener la frecuencia cardíaca.
Los puntos débiles de cada uno son, en los pulsómetros con banda, que ésta puede llegar a resultar incómoda para ciertas personas, además de tener que limpiarla debido al sudor después de cada uso.
En los pulsómetros sin banda un problema que aparece es el ajuste, ya que el sensor debe estar pegado constantemente a la piel para que la luz incida completamente en ella sin perderse por los lados, si esto ocurriese los datos sobre nuestra frecuencia cardiaca no serían fiables, esto hace que el reloj deba ir bastante apretado por lo que puede resultar incómodo. Otro problema que presentan es que, como hemos comentado, el sensor ha de estar en contacto con la piel en todo momento, por lo que, en épocas frías, si alguien lo quisiera llevar encima de una manga larga, el aparato no podría medir nuestro pulso.
Los aspectos a tener en cuenta sobre los pulsometros
A la hora de elegir un tipo de pulsómetro también deberemos fijarnos en ciertos aspectos y características. El peso es uno de ellos, cuando estamos haciendo deporte nos gusta sentirnos libres de toda carga, por ello usamos las prendas y calzado adecuados que nos proporcionan la comodidad que necesitamos, por lo tanto, elegir un pulsómetro ligero nos ayudará a olvidarnos de que lo llevamos puesto manteniendo esa sensación de comodidad.
Se debe tener en cuenta la autonomía del aparato y el tipo de batería que incorpora, si es recargable o desechable, si se puede sustituir una vez agotada en el caso de que sea desechable…
La cantidad y tipo de información que es capaz de mostrar también se debe tener en cuenta, además de mostrar la frecuencia cardíaca en cada momento sería recomendable que además pudiera mostrar la frecuencia cardíaca media durante la actividad que hemos realizado ese día, que se puedan establecer zonas de frecuencia cardíaca para que, si nuestro pulso está por debajo o por encima de la zona que hemos configurado nos avise, así como poder almacenar las frecuencias cardiacas medias de las actividades que hemos realizado para poder comparar y medir nuestra evolución. Que la información sea fácilmente legible es otro punto a tener en cuenta, ya que estaremos haciendo deporte y necesitaremos la información de manera rápida con un simple vistazo.
La gama disponible en el mercado es muy amplia y abarca desde precios accesibles que rondan los 30 euros hasta los 300 que pueden llegar a costar los modelos más punteros.