Consejos para practicar deporte en verano
El verano es, quizá, la estación del año en la que más gente se anima a practicar deporte, especialmente al aire libre. La cantidad de horas de sol y el buen tiempo animan a muchas personas a realizar cualquier actividad física ya sea durante sus vacaciones, días libres en el trabajo o al terminar la jornada laboral. Lógicamente también es la estación del año en la que se registran las máximas temperaturas, por ello debemos tener especial cuidado en ciertos aspectos y tomar una serie de precauciones para evitar cualquier problema de salud al practicar deporte, como un golpe de calor, consecuencia de las altas temperaturas.
En primer lugar debemos atender a los factores meteorológicos, en días en los que la humedad ambiental sea muy elevada existirá mayor riesgo de sufrir un golpe de calor. Cuando realizamos alguna actividad física, nuestra temperatura corporal aumenta y producimos gotas de sudor para llevar el exceso de calor de nuestro cuerpo a la superficie de la piel donde se evaporarán. Si el porcentaje de humedad relativa del aire es muy elevado, este aire no será capaz de evaporar las gotas de sudor ya que se encuentra saturado de agua, por lo tanto nuestro cuerpo se verá en mayores dificultades para controlar el exceso de temperatura.
Los días en los que sople el viento o se mueva una ligera brisa serán mas adecuados para practicar deporte que los días en los que no sople lo más mínimo. La acción del viento sobre la piel favorece la pérdida de calor corporal.
Como es de imaginar, deberemos evitar las horas del día en las que se registran las máximas temperaturas para practicar un deporte al aire libre, que normalmente de dan entre las 12h y las 16h. Lo ideal será realizar la actividad deportiva por las mañanas entre las 7h y las 11h o a última hora del día, entre las 20h y las 22,30h.
También deberemos atender a las necesidades de nuestro cuerpo, la hidratación es fundamental siempre que se practique cualquier actividad deportiva, y como se puede suponer, en épocas donde la temperatura ambiente es más elevada deberemos estar muy pendientes de este aspecto. Lo correcto es ir bebiendo continuamente, cada poco tiempo, sin esperar a que aparezca la sensación de sed. La hidratación la debemos efectuar antes de empezar la actividad deportiva, durante ella y también una vez finalizada. En actividades de larga duración es buena idea tomar bebidas isotónicas ya que aportan glucosa.
Proteger nuestra piel de los rayos solares va a ser prácticamente una obligación para evitar quemaduras y prevenir problemas más graves consecuencia de estas. Deberemos utilizar una crema solar con un factor de protección adecuado.
Como en cualquier época del año, la alimentación será otro aspecto a cuidar, ingiriendo la cantidad de calorías y nutrientes acordes al nivel e intensidad de la actividad que practiquemos. En verano es habitual disminuir el número de calorías, bien sea porque la sensación de calor disminuye el apetito de algunas personas o bien porque se desea eliminar grasa corporal. Las personas que practican deporte habitualmente deberán controlar que la disminución de calorías no sea excesivo.
Deberemos utilizar ropa ligera, cómoda y que permita la transpiración. También deberemos evitar colores que atraigan el calor, como es el caso de los oscuros, las prendas de color claro serán las más indicadas para esta época del año, así como proteger la cabeza de la acción directa del sol con una gorra.
Una excelente opción para no acusar el calor en exceso es practicar deportes acuáticos en playas, ríos o piscinas. Natación, surf, bodyboarding, rafting… Existen numerosas actividades deportivas acuáticas con las que disfrutaremos y nos olvidaremos de las altas temperaturas, al menos durante unas horas.