Natación

Los diferentes estilos en natación: crol, espalda, mariposa y braza

La natación es uno de los deportes más completos que existen, además puede ser practicada casi por cualquier persona ya que las articulaciones no sufren ningún impacto ni deterioro. Aquellos que se estén recuperando de alguna lesión, personas de la tercera edad o mujeres embarazadas podrán practicar este deporte y mejorar enormemente su estado físico.

Si decidimos practicar este deporte podremos optar entre 4 estilos diferentes, crol, espalda, mariposa y braza, en los que variará el porcentaje de propulsión de brazos y piernas. En este artículo conoceremos en que consiste cada uno de ellos.

En la siguiente tabla se indica el porcentaje en que intervienen brazos y piernas a la hora de avanzar en el agua con cada uno de los 4 estilos:

  Crol Espalda Mariposa Braza
Propulsión brazos 80 % 75 % 65 % 50 %
Propulsión piernas 20 % 25 % 35 % 50 %

Estilo crol

Es el más utilizado y el que tendemos a realizar los no profesionales. El nombre deriva de la palabra inglesa crawl, que quiere decir arrastrarse o reptar, ya que el movimiento a realizar es muy similar en ambos casos. También recibe el nombre de estilo libre.

El origen del crol data del año 1870, cuando el inglés John Artur, en Australia, empezó a imitar los movimientos empleados por los nativos australianos.

Este estilo se realiza boca abajo y efectuando brazadas alternas, es decir, primero el brazo derecho, después el izquierdo… a la vez que se bate con las piernas. De los 4 estilos, el crol es el que permite nadar a mayor velocidad.


 


Estilo espalda

Se trata de un estilo que ha ido evolucionando desde principios del siglo XX hasta nuestros días.

A diferencia del estilo crol, el nadador se debe situar boca arriba y realizar una brazada alterna, en este caso igual que en crol, a la vez que se bate con los pies. En cuanto a la velocidad de desplazamiento, este estilo está situado en tercera posición.



Estilo braza

Se trata del estilo con más antigüedad de los 4 ya que es el movimiento natural a la hora de desplazarse por el agua.

Para realizarlo, el nadador se debe colocar boca abajo y realizar una apertura de brazos desde el centro y de manera simultánea con un empuje de movimiento simétrico con las piernas. A su vez, los hombros y las caderas realizan un movimiento ascendente y descendente que permite la respiración.

Se trata del estilo con la velocidad desplazamiento más lenta de los 4, pero es el único que implica a los brazos y las piernas en la misma proporción en lo que a empuje se refiere, es decir, piernas y brazos actúan por igual a la hora de avanzar, no como en el resto de estilos en los cuales las piernas tienen menor implicación.


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Estilo mariposa

Este estilo fue el último en aparecer ya que surgió en los años 50 derivado del estilo braza. Es el que mayor técnica requiere y el más difícil de aprender ya que se exige mucha coordinación y resistencia.

Para realizarlo, el nadador se sitúa boca abajo y realiza una brazada simultánea a la vez que las piernas realizan un aleteo similar al de los delfines. En general es un movimiento similar al estilo crol pero realizado de manera simultánea y que requiere gran coordinación.

Se trata del segundo estilo más rápido en lo que a velocidad de avance se refiere.



Una vez conocidos los 4 estilos por los que podemos optar a la hora de practicar natación ya podremos ponerlos en práctica y mejorar nuestra técnica, además de hacer más ameno el tiempo que pasemos nadando, ya que podremos variar entre ellos.

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